Las Máximas de Ptahhotep

Las Enseñanzas del Antiguo Egipto

Ptahhotep

• Éditeur: AMA Audiolibros
• Année: 2021
• ISBN:
  9783985945214
• Sujet: Philosophy
• Sous-sujet: Philosophy History & Theory

Las máximas de Ptahhotep pertenecen a los llamados Textos de las pirámides, y se encontraron milagrosamente íntegras en el papiro Prisse, descubierto en el siglo XIX. Su intención era servir de consejo y guía para su hijo, Ankhu, que siguió sus pasos y fue visir. La colección de máximas la escribió su nieto Ptahhotep Tshefi, quien en las primeras líneas atribuye la autoría a Ptahhotep. Este libro, considerado el más antiguo del mundo, es de una asombrosa modernidad. En un lenguaje simple y directo, el viejo sabio habla de la humanidad, del arte de gobernar, de las vanidades humanas, de la amistad, de la justicia, de la ignorancia y el conocimiento.

MÁXIMA 1
De la humildad y del descubrimiento de la palabra perfecta

Ptahhotep dice a su hijo espiritual:

Que tu corazón no sea vanidoso a causa de lo que conoces;

toma consejo tanto junto al ignorante como junto al sabio,

pues nunca se alcanzan los límites del arte,

y no existe artesano que haya adquirido la perfección.

Una palabra perfecta está más oculta que la piedra verde;

se la encuentra, sin embargo, junto a los que trabajan en la muela.

MÁXIMA 2
Del arte del debate con un superior

Si te encuentras con un discutidor en acción,

que dirige su corazón y que es más hábil que tú,

pliega tu brazo y encorva tu espalda;

no cojas tu corazón contra él, pues, no le igualarás.

Puedes rebajar a quien se expresa mal

no oponiéndote a él cuando se agita;

así es como será designado como ignorante,

en cuanto tu corazón haya suprimido su superabundancia.

MÁXIMA 3
Del arte del debate con un igual

Si encuentras un discutidor en acción,

tu igual, el que está a tu lado,

actúa de suerte que tu superioridad sobre él se manifieste por el silencio,

mientras que él habla mal.

Quienes lo escuchan pensarán muy mal de él,

mientras que tu renombre será perfecto en el espíritu de los grandes.

MÁXIMA 4
Del arte del debate con un inferior

Si encuentras un discutidor en acción,

un hombre de poco que ciertamente no es tu igual,

que tu corazón no sea agresivo contra él a causa de su debilidad.

Ponlo en tierra, y se castigará él mismo.

No le respondas para aliviar tu corazón,

no laves tu corazón a causa de quien se opone a ti.

Miserable el que hace mal a un hombre de poco.

O que desea actuar conforme a lo que tú deseas,

pues le golpearás para desaprobación de los grandes.

MÁXIMA 5
Del arte de ser un jefe respetando la regla

Si eres un guía,

encargado de dar directrices a un gran número,

busca, para ti, toda ocasión de ser eficiente

de suerte que tu manera de gobernar carezca de faltas.

Grande es la Regla, duradera su eficacia.

Ella no ha sido perturbada desde los tiempos de Osiris.

Se castiga a quien transgrede las leyes,

incluso si esta transgresión es hecha por uno de corazón rapaz.

La iniquidad es capaz de apoderarse de la cantidad,

pero jamás el mal conducirá su empresa a buen puerto.

Quien actúa mal dice: adquiero para mí mismo;

No dice: adquiero en beneficio de mi función.

Cuando llega el fin, la Regla permanece.

Es lo que dice un hombre justo: tal es el dominio de mi padre espiritual.

MÁXIMA 6
De la vanidad de las maniobras humanas

No te entregues a una maquinación contra la especie humana,

pues Dios castiga semejante actuación.

Que un hombre diga: «viviré así»,

y será privado de pan para la boca.

Que un hombre diga: «seré rico»,

y dirá a continuación: «mis percepciones me han hecho caer en la trampa».

Que un hombre diga: «voy a robar a otro»

y, a fin de cuentas, ¡hace un regalo a uno al que no conoce!

Las maniobras del género humano no se cumplen,

es lo que Dios ordena que se cumpla.

Piensa en vivir en paz con lo que tienes.

y lo que dan los dioses vendrá por sí mismo.

MÁXIMA 7
De las maneras a la mesa

Si eres un hombre que forma parte de quienes se sientan

a la mesa de alguien más grande que tú,

acepta lo que te da, de la manera en que se te ponga.

Observa lo que hay delante de ti,

no te disperses mirando muchas cosas;

es la abominación de la energía ka ser molestado.

No le dirijas la palabra al señor del banquete, antes de que él te llame;

no sabemos si está en mala disposición de corazón.

Habla cuando se dirija a ti,

y que tu discurso vuelva el corazón dichoso.

En cuanto al grande, sentado tras los panes,

que su comportamiento se acomode a la directiva de su ka.

Hará un ...