Rigor Mortis
El hombre que plantĂł un ĂĄrbol para construir su ataĂșd y otras maneras de dejar el mundo
Ălex Ayala Ugarte
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Rigor Mortis
El hombre que plantĂł un ĂĄrbol para construir su ataĂșd y otras maneras de dejar el mundo
Ălex Ayala Ugarte
Ă propos de ce livre
Una colecciĂłn de reportajes periodĂsticos sobre la muerte en Bolivia RaĂșl Mercado muriĂł el mismo dĂa en que decidiĂł estrenar la camisa que reservaba para su funeral. No fue el Ășnico detalle que parecĂa planeado. Sesenta años antes, en una parcela familiar prĂłxima a Suri, plantĂł un nogal para que un carpintero construyera el ataĂșd en el que querĂa ser enterrado. El 9 de agosto de 2002, en las inmediaciones de la terminal de autobuses de Yacuiba, aparecieron dos bolsas negras con los restos descuartizados de una niña que nunca logrĂł ser identificada. Por los extraños derroteros de la supersticiĂłn, a aquellos restos se les atribuyeron poderes milagrosos hasta convertirse en objeto de veneraciĂłn para contrabandistas y traficantes. Son dos ejemplos de las historias contenidas en este libro sobre la muerte en Bolivia. Un libro original que retrata la muerte pero tambiĂ©n la vida desde lo cotidiano. EXTRACTOUn domingo templado, nueve años atrĂĄs, RaĂșl Mercado Salvatierra no logrĂł terminar el hĂgado de su almuerzo porque le sorprendiĂł un mareo. Eran las doce del mediodĂa y no se habĂa atragantado con un trozo de carne, como muchos en Suri, el poblado boliviano en el que vivĂa, pensaron luego. Su cuerpo simplemente colapsĂł, como lo hace la tierra cuando hay un cataclismo. Y RaĂșl se fue a cĂĄmara lenta. SangrĂł un poco por la nariz. CaminĂł desde la puerta de la cocina hasta la del comedor balanceĂĄndose para los lados como un tentetieso y, minutos despuĂ©s, muriĂł de pie, con los brazos caĂdos de los muñecos de trapo y la cabeza apoyada sobre el pecho de Marcelino MendizĂĄbal, un campesino de ojos vivarachos, manos tostadas y voz aflautada que a veces lo cuidaba.
Aquella jornada, como si algo presintiera, RaĂșl, que acababa de cumplir ochenta y nueve años, le habĂa pedido a la hermana de su empleada domĂ©stica que lavara toda su ropa y las sĂĄbanas y colchas de su cama. Se habĂa calzado el Ășnico pantalĂłn que estaba limpio y, como no veĂa ninguna otra en condiciones cerca, se habĂa puesto una camisa blanca de corte italiano que guardaba para su sepelio: la «camisa de muerto», asĂ la llamaba. Nunca se habĂa atrevido a utilizarla y muriĂł mientras la llevaba encima, mientras el resto de su vestimenta, la de uso casual, se secaba al sol en el patio de su casa.SOBRE EL AUTOR Ălex Ayala Ugarte es español de nacimiento, boliviano de corazĂłn y tartamudo de vocaciĂłn. Fue director del dominical del diario La RazĂłn de Bolivia, editor de periodismo narrativo del semanario Pulso y fundador de Pie Izquierdo, primera revista boliviana de no ficciĂłn. Colabora con medios como El PaĂs, Etiqueta Negra, Paula, Virginia Quaterly Review, SĂ©ptimo Sentido, Frontera D, Internazionale, Ecos, Emeequis y otros. Ha participado en talleres de crĂłnica con periodistas como Alberto Salcedo, Francisco Goldman, Jon Lee Anderson y Alma Guillermoprieto, por si se le pegaba algo de ellos. Fue Premio Nacional de Periodismo de Bolivia en 2008.