Dopamina
Cómo una molécula condiciona de quién nos enamoramos, con quién nos acostamos, a quién votamos y qué nos depara el futuro
Daniel Z. Lieberman, Michael E. Long, MarĂa Eugenia Santa Coloma
- 384 pages
- Spanish
- ePUB (adapté aux mobiles)
- Disponible sur iOS et Android
Dopamina
Cómo una molécula condiciona de quién nos enamoramos, con quién nos acostamos, a quién votamos y qué nos depara el futuro
Daniel Z. Lieberman, Michael E. Long, MarĂa Eugenia Santa Coloma
Ă propos de ce livre
ÂżPor quĂ© nos obsesionamos con las cosas que queremos y nos aburrimos cuando las conseguimos? ÂżPor quĂ© la adicciĂłn no es una cuestiĂłn moral? ÂżPor quĂ© el amor pasional se convierte tan rĂĄpidamente en desinterĂ©s? ÂżPor quĂ© casi todas las dietas fracasan? ÂżPor quĂ© vivimos pegados a las redes sociales? ÂżPor quĂ© algunas personas son liberales acĂ©rrimos y otras, conservadores extremos? ÂżCĂłmo logramos mantener la esperanza, incluso en los tiempos mĂĄs oscuros? La respuesta reside en una simple sustancia quĂmica de nuestro cerebro: la dopamina.
La dopamina es la sustancia que permitiĂł que nuestros ancestros pervivieran. Hoy en cambio, es la responsable de nuestro comportamiento, adicciones y del progreso humano. Es la molĂ©cula del deseo, la que controla nuestros impulsos y la que nos incita a buscar siempre nuevos estĂmulos. La dopamina es la causante de que un trabajador ambicioso lo sacrifique todo en pos del Ă©xito, o que pongamos en riesgo nuestra relaciĂłn mĂĄs preciada por una noche de sexo con un desconocido. Por un lado nos sirve de motivaciĂłn para superarnos a nosotros mismos. Por el otro, nos lleva a arriesgarlo todo y fracasar en el intento.
Para la dopamina lo importante es conseguir algo, cualquier cosa, con tal de que sea nueva. Una vez tenemos claro el papel que juega en nuestra vida, podremos entender de una manera revolucionaria por quĂ© nos comportamos como lo hacemos en el amor, los negocios, la polĂtica o la religiĂłn. Entender la dopamina nos ayudarĂĄ a predecir nuestro comportamiento. Pero tambiĂ©n el de los demĂĄs.