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La Policía Municipal de Guadalajara: modelos y estrategias
La Policía de Guadalajara ha tenido cambios importantes por períodos, estos han servido para avanzar en sus esquemas de profesionalización y otros han pasado desapercibidos por sus integrantes y la sociedad. En algunos casos incluso ha habido retrocesos que han estancado en todos los sentidos a la centenaria institución.
Existen máximas que dejan claro que la política y la seguridad no se mezclan. No es que no pueda haber armonía, lo que debe haber es una concatenación de los objetivos a fin de que no haya contradicciones a los fines que la seguridad tiene, sin embargo, esto no es del todo respetado por políticos y funcionarios. Justo el no tomar en cuenta que dar seguridad debe obedecer solo a factores que tengan que ver con la seguridad pública ha llevado a las policías al caos o al mal funcionamiento de estas, y el problema más delicado está en que quien dirige las instituciones de seguridad por lo regular no es formado por la propia policía que está comandando, por lo que no debe su lealtad a esta, sino que obedece ciegamente a instrucciones de otros actores e intereses. Aquí entraríamos en un debate que recurrentemente se lleva a la opinión pública respecto a qué perfil es el ideal para dirigir a las instituciones de seguridad.
Los policías formados en la Policía de Guadalajara han experimentado distintos estilos de hacer seguridad. En algunos casos estos estilos favorecen a la tropa y se convierten en amados líderes, en otros casos se van más por el desarrollo institucional y no son tan populares, otros son los innovadores que tienen por objeto la transformación de la institución, los cuales son vistos como extraños, otros van de paso y solo trabajan con lo que tienen a la mano, pasan sin pena ni gloria, muchos ni tiempo se dan para analizar la institución y ver formas correctas de dar seguridad a la población, a estos se les suele odiar, pues llegan y se van, dejando dudas de su honorabilidad. Aquí es justo anotar que lo que el policía de carrera busca, que uno de los suyos lo dirija, alguien que «hable su idioma» y que, a la vez, tenga la habilidad para hacer lo que los innovadores, académicos y especialistas tienen, como capacidad para aportarle a la Policía, ese es el ideal. Otro aspecto es que use el uniforme, eso los hace reconocerse como parte del mismo equipo, que de ser posible no sea militar y, por último, valoran mucho que sus mandos salgan con ellos a la calle y se esfuercen en combatir el crimen. El que se cumpla con estas máximas del policía también es un detonante para que se cumplan los objetivos, pues muchas veces de la empatía con el mando dependen los esfuerzos que realicen los uniformados en las calles.
En un periodo de alrededor de 35 años, la Policía de Guadalajara ha buscado ser punta de lanza en el estado de Jalisco y en el país, ha tenido competencia en algunos períodos y en otros no, pero dentro de la institución siempre ha existido la idea de que esta policía es por mucho la más grande en todos los sentidos en Jalisco.
Tristemente, no siempre se ha logrado hacer de esta policía lo que todos quisieran, los períodos de gobierno son cortos y las necesidades de dar resultados pareciera que tienen una temporalidad distinta, es decir, quieren dar resultados positivos a costa de lo que sea, en el tiempo en que les toca dirigir, sin observar que es más importante para la sociedad el ir fortaleciendo a las instituciones de seguridad para que estas den resultados que permanezcan, que duren y que se sientan. Temas como la corrupción, la profesionalización, la capacitación, el desarrollo humano, los recursos materiales y humanos, entre otros, siempre quedan en segundo término cuando los intereses son políticos y no de seguridad.
En los siguientes párrafos hablaré de períodos porque así es más fácil identificar los modelos de seguridad usados. De ninguna manera se trata de observar quién fue mejor o peor, quién funcionó o quién no, tampoco es un juicio de valores respecto a los dirigentes o un cuestionamiento de capacidades, solo se trata de una muy breve descripción histórica de lo realizado, la cual tiene sus bases en documentos periodísticos, entrevistas de policías y mandos que vivieron laboralmente en esos períodos, pero aún más importante es que personalmente viví la mayoría de esos períodos y pude constatar mucho de lo relatado por mis compañeros. Por supuesto que esos relatos y los documentos observados dan fuerza a lo descrito, por lo cual, de nueva cuenta, les agradezco. Y para una mejor compresión de cada periodo incluí líneas del tiempo con los acontecimientos locales, nacionales e internacionales de mayor relevancia, que presento como notas al pie.
¡Cuánta razón tenía el escritor francés Honoré de Balzac! (1799-1850), que al tocar temas de gobierno escribió una cita que explica esta situación al afirmar que «Los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna».
Una apuesta por la seguridad: Policía intermunicipal (1984-1989)
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