
- 174 pages
- English
- ePUB (mobile friendly)
- Available on iOS & Android
eBook - ePub
About this book
Tomando como idea esencial en la obra garciamarquiana las nociones del realismo mágico y del movimiento cinematográfico "neorrealismo italiano", que circunscribe los años anteriores y posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el texto Gabriel García Márquez y el cine ¿Una buena amistad? intenta orientar y facilitar al lector más desprevenido hacia una diferenciación elemental y esencial entre los conceptos de filme-crónica y el filme-cuento en los guiones —o ideas— de Gabriel García Márquez. El libro compila además algunas consideraciones y criterios respecto a las novelas de García Márquez, adaptadas al celuloide, guiones de cine y televisión a lo largo de su vida como cineasta.
Frequently asked questions
Yes, you can cancel anytime from the Subscription tab in your account settings on the Perlego website. Your subscription will stay active until the end of your current billing period. Learn how to cancel your subscription.
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
Perlego offers two plans: Essential and Complete
- Essential is ideal for learners and professionals who enjoy exploring a wide range of subjects. Access the Essential Library with 800,000+ trusted titles and best-sellers across business, personal growth, and the humanities. Includes unlimited reading time and Standard Read Aloud voice.
- Complete: Perfect for advanced learners and researchers needing full, unrestricted access. Unlock 1.4M+ books across hundreds of subjects, including academic and specialized titles. The Complete Plan also includes advanced features like Premium Read Aloud and Research Assistant.
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Yes! You can use the Perlego app on both iOS or Android devices to read anytime, anywhere — even offline. Perfect for commutes or when you’re on the go.
Please note we cannot support devices running on iOS 13 and Android 7 or earlier. Learn more about using the app.
Please note we cannot support devices running on iOS 13 and Android 7 or earlier. Learn more about using the app.
Yes, you can access Gabriel García Márquez y el cine by Gonzalo Restrepo Sánchez in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Medien & darstellende Kunst & Theater. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.
Information
II
Filmografía de Gabriel García Márquez

El texto Cómo aprendió a escribir García Márquez (1995) del poeta Jorge García Usta (1960-2005) y llevado al cine por Martha Yances, describe testimonios y evidencia la influencia del entonces jefe de redacción del periódico cartagenero El Universal, Clemente Manuel Zabala, en GGM. Foto: Gonzalo Restrepo Sánchez.

Emilio García Riera (1931-2002), importante guionista, historiador y crítico de cine mexicano; amigo de GGM. Guadalajara (México, 15-III-99). Foto: cortesía de García Riera.
El gallo de oro (Roberto Gavaldón, 1964)
La película basada en la novela homónima de Juan Rulfo es adaptada por Carlos Fuentes, GGM y Roberto Gavaldón (1909-1986). Protagonizan Ignacio López Tarso (La generala, Macario, El hombre de papel) que tuvo mucha empatía con GGM, y la actriz y cantante Lucha Villa (Cucurrucucú Paloma, de pronto su más recordada cinta de 1965). Y es que el balance narrativo de El gallo de oro depende mucho de ellos dos.
A propósito del director, y según Gabo, el problema estuvo en que Gavaldón decidió hacer las cosas a su manera, convirtiendo la película en un producto totalmente comercial (Ruíz, 2007, p. 12). Sobre la participación de los escritores, Yanes (1996) afirma: “Eso no significó ninguna garantía de respeto para el tono del texto de Rulfo, que fue reducido al barroquismo folklórico” (p. 38). La historia del cine mexicano revela que la adaptación de Arturo Ripstein es la más lograda.
La película, aparentemente una simple historia de amor y duelo entre galleros, es una buena adaptación, donde, con un ritmo pausado, Gavaldón imprime a su cinta un tono mucho más sobrio, que hace gala de ese ritmo igualmente sinuoso en su narración, dando prelación al intimismo de las escenas que muestran el continuo acercamiento y desapego sentimental de los protagonistas. Yanes (1996) alega:
La mayoría de las adaptaciones de la obra del escritor Juan Rulfo se han limitado a trasferir anécdotas al lenguaje cinematográfico y solo unas pocas han creado obras nuevas, cercanas al espíritu de la novela y los cuentos del autor jalisciense (p. 12).
Pese a las críticas de la época, los personajes principales se desafían y, en esa relación tocada por el halo de la fatalidad (el azar), lejos de desplomarse en tópicos melodramáticos, es mostrada de una forma realista, muy a los gustos del mainstream (anglicismo que textualmente expresa “corriente principal”) del momento.
Escribir un buen guion consiste en borrar y arrojar muchos papeles a la cesta. En sus talleres de guiones, García Márquez (2003) certifica:
Es lo que se llama sentido autocrítico, el shit-detector de que habla Hemingway […]. Hay que aprender a desechar. Un buen escritor no se conoce tanto por lo que publica como por lo que echa al cesto de la basura (pp. 21-23).
Además, para GGM, en este contexto de crear historias, nace su noción “El enigma del paraguas”, según el cual todas las historias y personajes caben dentro de un paraguas. Tome por modelo el cuento “El rastro de tu sangre sobre la nieve” y vaya quitando cosas hasta quedarse por ejemplo solo con las flores enviadas por el embajador. En ellas, hay con toda seguridad una historia.
En este pueblo no hay ladrones (Alberto Isaac, 1964)
Esta es una película mexicana (galardonada) y de sobria dirección, sin retórica y con escasos primeros planos. El guion es de Alberto Isaac (1923-1998) y García Riera (1931-2002). Con base en el cuento homónimo de GGM, donde un joven zángano (caracterizado por Julián Pastor) roba unas bolas de billar y después no sabe qué hacer con ellas. El tono de la película, y según la historia de cine mexicano, es modesto, sin pretensiones y con buenos toques de humor (García Riera, 1988). Actuaron entre otros el propio García Márquez, como el hombre que recibe las entradas a una función de cine, Carlos Monsiváis, Juan Rulfo (jugador de dominó), Alfonso Arau (Como agua para chocolate, 1992), el mismo García Riera, Ripstein y Luis Buñuel.
Medina (como se citó en Pelayo, 1984) señala que el actor José Luis Cuevas (1934-2017), un jugador de billar en la película, cuenta la anécdota de lo que representó ver a toda esta pléyade en esta película:
[…] Los que hacíamos los papeles secundarios, o sea los extras, éramos más conocidos que los actores principales, entonces en un pueblo de México veo un cartel que estaba anunciando la película: Gabriel García Márquez y José Luis Cuevas, En este pueblo no hay ladrones.
Una frase que profiere el cura (Luis Buñuel) en la iglesia: «Y Dios se reirá de los ladrones. Dicen los santos Evangelios […] El ladrón que cometió un acto reprobable a los ojos de Dios, estaba guiado por satanás contra el propio satanás», contrasta con uno de los prototipos del ladronzuelo Dámaso —el hombre mantenido y las bolas de billar—. Por esta razón, hay dos protagonistas y una sola localización principal (ideas cristalinas del cuento y la película). García Márquez (1978) arguye: «Estirado en la cama, fumando en la oscuridad, trató de identificar algún rastro de su aventura en los susurros dispersos de la madrugada, hasta que se dio cuenta de que su mujer estaba despierta» (pp. 26-29). El delicado equilibrio entre todos estos asuntos depende tanto del director como de sus intérpretes. Con una buena fotografía, sin alejarse del clasicismo y con planos yuxtapuestos de la forma más que transicional y alternando con una planificación ortodoxa, no se prevén ángulos y movimientos de cámara insospechados.
Sobre En este pueblo no hay ladrones es posible suponer una analogía con la sala de cine Olympia y su techo descubierto en Aracataca, que tanto GGM frecuentó, y veía las “películas de vaqueros”, acompañado de su abuelo Nicolás.
Amor, amor, amor
Lola de mi vida (Miguel Barbachano Ponce, 1965)
Con la fundación en 1952 de la empresa Tele Producciones, S.A., bajo el mando de Manuel Barbachano Ponce (1925-1994) y amigo personal de GGM, se inició una atrayente etapa del cine al margen de la industria en todos sus formatos, pero en especial el de los cortos y mediometrajes. La película Amor, amor, amor acabó siendo —según la historia del cine mexicano— la unión de cuatro cortos rodados por Benito Alazraki (La viuda), Héctor Mendoza (La Sunamita), José Luis Ibáñez (Las dos Elenas) y Miguel Barbachano Ponce (Lola de mi vida).
El guion fue de Benito Alazraki (La viuda); Miguel Barbachano Ponce, GGM y Juan de la Cabada (Lola de mi vida); Carlos Fuentes (Las dos Elenas) Inés Arredondo, Juan García Ponce y Héctor Mendoza (La Sunamita). Este último construye la mejor trama quizá y narra el matrimonio de una jovencita in artículo mortis con un viejo moribundo. El texto se encuentra en el libro de Arredondo, La señal (1967).
Inicialmente, los mediometrajes que conformaron Los bienamados hacían parte de una antología compuesta por cuatro episodios. Uno de ellos, Las dos Elenas, parte de un cuento de Carlos Fuentes y narra la historia de dos generaciones de mujeres, madre e hija y su actitud ante las normas sociales que demarcan su libertad. El cineasta Corona, sobre la producción, declara: «GGM nos acompañó en toda la filmación» (Periódico La Jornada, 2016, p. 15).
Tiempo de morir (Arturo Ripstein, 1966)
Su estreno ocurrió el 11 de agosto de 1966 en el cine Variedades de la Ciudad de México. Dicho sea de paso, Gabo aparece como figuración en la película.
Hay una escena en la que García Márquez aparece de extra, a mitad de la calle donde avanza Juan Sáyago con su silla de montar, pero no se le distingue. No, no se distingue, pero es García Márquez —insiste Ripstein— (García Riera, 1988, p. 30).
Siendo uno de los paradigmas excelentes del filme-crónica y expuesto en la relación psicológica de los personajes-crónica, GGM en el año de 1963 escribe su primer guion: El charro. Posteriormente lo reescribe con la colaboración de Carlos Fuentes en los diálogos y la cinta es rodada por Arturo Ripstein cuando apenas tenía 21 años, con el título Tiempo de morir, sugerido por él, en los Estudios Churubusco y en el pueblo de Pátzcuaro, entre el 7 de junio y el 10 de julio de 1965 (Esquivel, 2017).
Basado sobre un argumento original de Gabo, insistiendo en este caso de no confundir el realismo con el simbolismo ante las escenas e imágenes decentes de un charro, y sin alcanzar metáfora alguna, hay que elogiar a los guionistas por no limitarse a idealizar al personaje, mostrando sus luces y sombras, los progresos en su recuperación, superación y, de igual forma, sus instantes de flaqueza, sin caer en la trivialidad de la autocompasión y apartando de su lado a las personas —igual análisis para el remake de Triana.
Esta película es interpretada por Jorge Martínez de Hoyos y Marga López. La cinta mexicana visitó Festicine Cartagena en 1966 con la presencia de GGM, el director y su padre Alfredo Ripstein —un notorio productor de cine mexicano—. Un año antes, Gabriel García Márquez fue contratado por el productor de cine mexicano Antonio Matouk (Tarahumara, 1964) «para escribir tres guiones con Luis Alcoriza» que nunca se filmaron. Cabe la formulación de dónde están dichos textos. Cuentan los historiadores de Gabo que en el año de 1965 empezó a escribir su obra cumbre en “La cueva de la mafia”. Así llamaba el escritor a su cuarto de estudio.
Pedro Páramo (Carlos Velo, 1966)
Bajo la dirección del español Velo (1909-1988), la cinta mexicana—otros señalan la fecha de 1967— fue adaptada por Carlos Fuentes y el mismo director. Aunque algunos autores sostienen que GGM ...
Table of contents
- Prólogo
- I
- II
- III
- IV
- V
- Bibliografía