A través de este capítulo nos sumergiremos en los elementos del Esquema SB7 para mostrarte cómo cada una de estas importantes categorías de mensaje hace atractiva tu marca a ojos de los clientes. Prepárate para entender perfectamente todo lo que estas siete etapas pueden hacer por ti a la hora de simplificar tu marketing y tus mensajes. Sin más dilación, comencemos.
- Un personaje
Una historia no despega realmente hasta que el héroe no tiene que desactivar una bomba, ganarse el corazón de alguien, derrotar a algún malo o luchar por su supervivencia física o emocional. Una historia comienza con un héroe que quiere algo, y entonces la cuestión acaba siendo: ¿conseguirá el héroe lo que quiere?
Como marca es importante que definas algo que tu cliente quiere porque, en cuanto definimos algo que nuestro cliente quiere, estamos planteando una pregunta en relación con una historia en su mente: «¿Puede verdaderamente esta marca ayudarme a conseguir lo que quiero?».
En el lenguaje de las historias identificar lo que tu cliente desea equivale a abrir lo que se conoce como una brecha en la historia. La idea es abrir una brecha entre el personaje y lo que desea. Comprender el poder de la brecha en la historia es entender lo que mueve a un cerebro humano hacia un deseo.
La apertura y el cierre de una brecha en la historia es una fuerza magnética que impulsa gran parte del comportamiento humano. La excitación sexual abre una brecha en la historia que se cierra con la satisfacción de ese deseo. El hambre abre una brecha en la historia que se cierra con la llegada del plato de comida. Hay pocas acciones en esta vida que no se expliquen sobre la base de varias aperturas y cierres de brechas en la historia.
Un error crítico que cometen muchas organizaciones a la hora de definir algo que quieren sus clientes es que no focalizan ese deseo en un único punto. Hasta que no hayamos definido un deseo específico y nos hayamos hecho conocidos por ayudar a la gente a conseguir que se haga realidad, no deberíamos añadir demasiadas brechas en conflicto en la historia a nuestro Guion de Marca StoryBrand.
Una vez que la marca define lo que su cliente quiere, suele ser culpable de un segundo error: lo que ha definido no es relevante para el sentido de supervivencia del cliente. Cuando hablo de supervivencia, me estoy refiriendo al deseo primitivo que experimentamos todos de sentirnos seguros, felices y fuertes. Así pues, ¿qué tipo de deseos entran en esta definición?
Algunos ejemplos serían desde el mantenimiento de los recursos financieros a la obtención de tiempo, pasando por la creación de lazos sociales o la adquisición de estatus. Acumular recursos, el deseo innato de ser generoso o el deseo de un significado más profundo para nuestra vida también entrarían dentro de la misma categoría.
Si preguntaras al azar a cualquier cliente potencial adónde lo quiere llevar tu marca, ¿sería capaz de responder?, ¿sería capaz de repetir exactamente lo que ofrece tu marca? Si la respuesta es negativa, tu marca sufre el coste de la confusión. Pero esto es algo que puede solucionarse. Define un deseo para tu cliente y así la historia a la que lo invitas tendrá un potente gancho.
- Tiene un problema
Ahora que has entrado en la historia de tu cliente, ¿cómo vas a hacer que crezca su interés por tu marca? Pues tomando prestada otra estrategia del manual de contadores de historias: empieza por hablar de los problemas a los que se enfrenta tu cliente. Identificar los problemas de nuestros clientes acrecienta el interés de estos en la historia que les estamos contando.
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