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Todo el amor y el odio que caben en
esos treinta y un poemas breves que
MarĂa Emilia Cornejo nos dejĂł
tras marcharse a los veintitrés años
«[âŠ] hurgamos en viejos poemas
la definiciĂłn de lo nuestro [âŠ].»
MARĂA EMILIA CORNEJO
Un «cómo acabar con la escritura de las mujeres» de manual
«[Lo mĂĄs importante] para mĂ, es contribuir al derrumbe del mito creado alrededor de MarĂa Emilia Cornejo. Principalmente porque me da rabia la forma como esos tres poemas han sido utilizados de manera acrĂtica, absurda, demagĂłgica, por el centro Flora TristĂĄn y algunas feministas». Aunque parezcan de otro siglo, estas palabras fueron pronunciadas en 2009 por el poeta infrarrealista JosĂ© Rosas Ribeyro. Lo hizo en el marco de una entrevista con Francisco Izquierdo Quea, publicada en el blog de este, a propĂłsito de un artĂculo de Rosas Ribeyro que habĂa hecho mucho ruido en el mundo poĂ©tico de PerĂș. El tĂtulo del artĂculo era este: «MarĂa Emilia Cornejo: el lado oculto de un mito», y fue publicado un año antes en la revista Intermezzo Tropical, formando parte de una especie de monogrĂĄfico que, como se puede intuir, cuestionaba la vida y la obra de MarĂa Emilia Cornejo. Ella, muerta en 1972 âse suicidĂł con apenas veintitrĂ©s añosâ, volviĂł a estar casi cuarenta años despuĂ©s en boca de todos, cuando Rosas Ribeyro anunciĂł en su columna que Ă©l era, en verdad, coautor de los tres poemas mĂĄs cĂ©lebres que se le habĂan estado atribuyendo a la joven. Por lo visto, fue Hildebrando PĂ©rez Grande âun profesor de taller comĂșn a Ă©l, a Cornejo y a Elqui Burgosâ quien, al fallecer ella, entregĂł algunos de sus cuadernos a sus excompañeros. DespuĂ©s, les pedirĂa que hicieran algo con esos textos y bajo esa invitaciĂłn los entonces jĂłvenes poetas crearĂan «Como tĂș lo estableciste», «TĂmida y avergonzada» y «Soy la muchacha mala de la historia», los poemas mĂĄs cĂ©lebres que dejĂł Cornejo. SegĂșn la teorĂa de Ribeyro, MarĂa Emilia Cornejo no habrĂa tenido nada que ver con esos textos. Si acaso algĂșn verso suelto que los dos estudiantes moldearĂan hasta dar con los tres poemas que en adelante se reprodujeron en antologĂas, plaquettes, periĂłdicos; que formarĂan parte de su Ășnico libro: En la mitad del camino recorrido; y que convertirĂan a su autora en un verdadero icono, ademĂĄs de en la precursora de un erotismo, una rabia y un feminismo que en adelante marcarĂan la lĂrica entera de las poetas de PerĂș.
Pero de acuerdo con Ribeyro, todo esto serĂa una farsa. Una fachada. Una mentira que todos los poetas de su generaciĂłn y generaciones posteriores habrĂan alimentado y que Ă©l, en 2008, tuvo la necesidad de destruir. En sus propias palabras: «Ella era una chica que empezaba a escribir. En sus cuadernos y en hojas sueltas apuntaba cosas acerca de sus malestares existenciales, su vida conyugal, su compromiso social de estudiante catĂłlica. La cuestiĂłn es simple: sin esos tres poemas ella no existirĂa hoy como poeta reconocida». Ribeyro va mĂĄs allĂĄ en sus declaraciones: «QuizĂĄ [Cornejo] hubiera llegado a ser una poeta interesante. Sin embargo, los textos que escribiĂł, los que quedaron tal como ella los hizo, son por lo general poemas sociales bastante mediocres, ingenuos. Las cosas que decĂa las decĂa sin tener una verdadera conciencia de estar haciendo poesĂa». Y cuando Francisco Izquierdo Quea le pregunta por quiĂ©n es entonces, para Ă©l, MarĂa Emilia Cornejo, el poeta responde asĂ: «No fue una poeta pero sĂ una muchacha que existiĂł, viviĂł, sufriĂł, se suicidĂł. Ella pertenecĂa al grupo estudiantil de los catĂłlicos de izquierda y no tenĂa nada que ver con el feminismo. Lo Ășnico que llegĂł a dar a conocer en vida son unos poemitas sociales que reflejan su compromiso con la teologĂa de la liberaciĂłn. En paralelo anotaba cosas ligadas a su intimidad, a sus contradicciones como mujer y como esposa de alguien, a sus sufrimientos. Ella era, creo, de esas personas que escriben lo que les pasa como luchando contra el suicidio. Pero incluso esa escritura de lo Ăntimo no logrĂł salvarla».
Aunque el debate sobre la pertenencia o no de los mĂĄs celebres poemas de MarĂa Emilia Cornejo ha marcado la Ășltima dĂ©cada, lo cierto es que son mĂĄs voces las que se han preocupado de defender la integridad de su obra. Fue a principios de los años setenta cuando los textos de Cornejo salieron a la luz y revolvieron estĂłmagos y conciencias. En aquel tiempo, una popular antologĂa de Alberto Escobar que daba espacio a nuevas voces de la poesĂa peruana incluyĂł sus textos mĂĄs polĂ©micos. Es confuso saber cĂłmo le habrĂan llegado a Escobar estos textos. Algunas informaciones aseguran que fue a travĂ©s del mismo profesor de taller, Hildebrando PĂ©rez Grande, que ya sabĂa de la mentira. En otras biografĂas y artĂculos sobre MarĂa Emilia Cornejo, se sugiere que fue su hermana gemela, Ana Cornejo, la que se encargĂł de difundir sus textos pĂłstumos. Sea como sea, los versos terminaron en la antologĂa e indiscutiblemente marcaron un antes y un despuĂ©s en la poesĂa peruana. La poeta feminista Carmen OllĂ© lo confirmĂł asĂ: «Era la primera vez que una voz poĂ©tica de mi generaciĂłn me hablaba directamente [âŠ] su poesĂa carente de retĂłrica me impresionó». En 1994, con motivo de una segunda ediciĂłn de En la mitad del camino recorrido âpublicado originalmente en 1989, y primera vez en la que los treinta y un poemas de MarĂa Emilia Cornejo salen a la luzâ Carmen OllĂ© escribiĂł un prĂłlogo a esta obra, donde ya dejaba claro que la magia de la joven poeta residĂa en su sencillez, en su ausencia de pudor a la hora de mostrarse protagonista, y en el atrevimiento de haber enseñado su sexo y sus entrañas abiertas. Y añade: «La poesĂa de MarĂa Emilia Cornejo desenmascara las represivas ...