Notas
Los diarios de la empatĂa
1. Un estudio de 2015 de Pew Research demuestra que los usuarios jóvenes de teléfonos móviles «destacan de forma prominente a la hora de usar sus teléfonos para dos propósitos muy concretos: evitar el aburrimiento y evitar a la gente que los rodea». Aaron Smith, «U.S. Smartphone Use in 2015», Pew Research Center for Internet, Science, and Technology, 1 de abril de 2015, http://www.pewinternet.org/2015/04/01/us-smartphone-use-in-2015.
2. Macmillan Dictionary, sección Buzz-Word, «Phubbing», http://www.macmillanthedictionary.com/us/buzzword/entries/phubbing.html.
3. Rachel Carson, Silent Spring (Boston: Houghton Mifflin, 1962); Primavera Silenciosa (Madrid: CrĂtica, 2005), ed. en castellano.
4. I Forgot My Phone, cortometraje dirigido por Miles Crawford y escrito y protagonizado por Charlene deGuzman. Ejemplifica el nuevo reconocimiento. Se colgĂł en internet en agosto de 2013. Presenta la siguiente narrativa, que resulta una admoniciĂłn sobre nuestra huida de la conversaciĂłn:
Imagina un dĂa en que la rutina de una joven se desarrolla con normalidad, con una excepciĂłn: se ha olvidado su telĂ©fono. Despierta en brazos de su amante, que le acaricia el brazo sin prestar demasiada atenciĂłn mientras revisa sus correos. En una fiesta de cumpleaños, los invitados pugnan por sacar la mejor foto del pastel. Cuando llega el momento del brindis de celebraciĂłn, centran su atenciĂłn en sacar fotos al champĂĄn. Una cena con amigos estĂĄ en completo silencio: todo el mundo estĂĄ pendiente de su telĂ©fono. Cuando va a jugar a los bolos y hace un pleno, ninguno de sus amigos choca los cinco con ella: todos estĂĄn escribiendo mensajes de texto. No puede compartir un momento de risa con su novio cuando salen a ver un espectĂĄculo de comedia. Ăl ha reemplazado la risa real por una publicaciĂłn «sobre la risa» que comparte con sus amigos de internet.
A los seis meses de haberse estrenado el cortometraje, contaba con cerca de cuarenta millones de visualizaciones. Para mĂ, esta popularidad es motivo para un cauteloso optimismo. La gente se reconoce en ese perturbador escenario y quizĂĄ estĂĄ preparada para replantearse su relaciĂłn con sus telĂ©fonos. VĂ©ase I Forgot My Phone, https://www.youtube.com/watch?v=OINa46HeWg8.
5. Andrew Przybyliski y Netta Weinstein, «Can You Connect with Me Now? How the Presence of Mobile Communication Technology Influences Face-to-Face Conversation Quality», Journal of Social and Personal Relationships (2012): 1-10, doi:10.1177/0265407512453827; Shalini Misra, Lulu Cheng, Jamie Genevie et al., «The iPhone Effect: The Quality of In-Person Social Interactions in the Presence of Mobile Devices», Environment and Behavior (2014): 124, doi:10.1177/0013916514539755.
6. Esta frase estĂĄ en un mural sobre la prevenciĂłn del cĂĄncer en Cambridge (Massachusetts); asĂ resumĂan los que habĂan contribuido al mural el principio de precauciĂłn. Genevieve Howe, «Cambridge Mural Cries Out Against the Cancer Epidemic», Peacework Magazine (marzo de 1999), http://www.peaceworkmagazine.org/pwork/0399/039904.htm.
7. Sobre mis primeros estudios relativos a los niños y su relación con la cultura digital, véanse Sherry Turkle, The Second Self: Computers and the Human Spirit (Cambridge: The MIT Press, 2005 [1984]) y Life on the Screen: Identity and the Age of the Internet (Nueva York: Simon and Schuster, 1995); La vida en la pantalla: la construcción de la identidad en la era de internet (Barcelona: Paidós Ibérica, 1997), ed. en castellano.
8. Henry David Thoureau, Walden. Princeton: Princeton University Press, 2004 [1854], 140; Walden (Madrid: CĂĄtedra, 2014 [1854]).
9. Timothy D. Wilson, David A. Reinhard, Erin C. Westgate et al., «Just Think: The Challenges of the Disengaged Mind», Science 345, n.Âș 6192 (2014): 75-77, doi:10.1126/science.1250830.
10. Por ejemplo, en un estudio, unos niños que habĂan pasado cinco dĂas sin dispositivos electrĂłnicos interpretaban correctamente las emociones que representaban las expresiones faciales e identificaban correctamente las emociones de actores en escenas grabadas de forma significativamente mejor que el grupo de control. Los autores escriben: «Los resultados sugieren que el tiempo empleado frente a la pantalla, incluso si se utiliza para interactuar socialmente, podrĂa reducir el tiempo dedicado al desarrollo de habilidades para interpretar los indicios no verbales de las emociones humanas». Yalda T. Uhls, Minas Michikyan, Jordan Morris et al., «Five Days at Outdoor Education Camp Without Screens Improves Preteens Skills with Nonverbal Emotional Cues», Computers in Human Behaviour 39 (2014): 387-92, doi:0.1016/j.chb.2014.05.036.
11. Por ejemplo, un estudio de 2006 demostrĂł que el nĂșmero de estadounidenses que sentĂan que no tenĂan a nadie con quien hablar de temas importantes se habĂa triplicado desde 1985 a 2004. Miller McPherson, Lynn Smith-Lovin y Matthew E. Brashears, «Social Isolation in America: Changes in Core Discussion Networks over Two Decades», American Sociological Review 71 (2006): 353-75, doi:10.1177/000312240607100301. Bowling Alone, de Robert Putnam (Nueva York: Simon and Schuster, 2001) describe el deterioro de la vida comunitaria estadounidense. Un artĂculo de mayo de 2012 publicado por Steven Marchie en The Atlantic que consideraba la relaciĂłn entre las redes sociales y el aislamiento social iniciĂł un debate sobre «la paradoja de internet». Una mayor conexiĂłn nos puede hacer sentir mĂĄs solos. «Is Facebook Making Us Lonely?» http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2012/05/is-facebook-making-us-lonely/308930.
12. VĂ©ase Sara Konrath, Edward H. OâBrien y Courtney Hsing, «Changes in Dispositional Empathy in American College Students over Time: A Meta-Analysis», Personality and Social Psychology Review 15, n.Âș 2 (mayo de 2011): 180-98, doi:10.1177/1088868310377395.
13. Faria Sana, Tina Weston y Nicholas J. Cepeda, «Laptop Multitasking Hinders Classroom Learning for Both Users and Nearby Peers», Computers and Education 62 (marzo de 2013): 24-31, doi:10.1016/j.compedu.2012.10.003.
14. En la Biblia, la palabra conversaciĂłn hace referencia a la relaciĂłn de uno con la comunidad como ciudadano. A mediados del siglo xiv, este tĂ©rmino todavĂa deriva de palabras que significan «vivir juntos y tener tratos con otros» y tambiĂ©n «forma de comportarse de una persona en el mundo». Dictionary.com, Online Etymology Dictionary, Douglas Harper, historiador, http://dictionary.reference.com/browse/conversation.
15. Cientos de conversaciones sobre la conversaciĂłn conforman el material primario de este libro. Empiezo con las conversaciones de «una silla», que son las de la soledad y la introspecciĂłn, y luego paso a las de «dos sillas», las de la amistad y la intimidad (conversaciones con la familia, los amigos y los amantes). MĂĄs tarde, continĂșo con las de las «tres sillas», las conversaciones con nuestros contactos sociales: las conversaciones que mantenemos sobre educaciĂłn, trabajo y polĂtica. A menos que se explicite lo contrario, todas las entrevistas que cito se realizaron entre 2010 y 2015. A menos que cite fuentes o reuniones pĂșblicas, he modificado la identidad de las personas que he entrevistado y de las instituciones (escuelas, universidades y empresas) que he visitado.
Para analizar las conversaciones de «una y dos sillas», he hablado con ciento cincuenta jĂłvenes de edades comprendidas entre los trece y los treinta y pocos años. A algunos los he entrevistado en grupo, a otros, de forma individual, y a otros, con sus familias. La mayorĂa de las conversaciones en grupo han tenido lugar en una oficina o en una sala de reuniones. Pero algunas han sido «charlas en una cabaña» con niños en un campamento de verano, habitualmente reuniones de diez excursionistas en sus literas antes de apagar las luces. AdemĂĄs, veintisiete adultos han compartido conmigo sus conversaciones mĂĄs memorables. Y tambiĂ©n he entrevistado a sesenta y cuatro educadores de primaria y secundaria âprofesores, asesores, psicĂłlogos y directores de escuelaâ. En unos pocos momentos, para aportar una pequeña muestra de la historia reciente, he vuelto la vista atrĂĄs hacia los jĂłvenes que entrevistĂ© entre 2008 y 2010. En esos casos, he trabajado con las mĂĄs de trescientas entrevistas que registran los no tan lejanos dĂas en que los mensajes de texto y las redes sociales eran nuevos.
Mis capĂtulos sobre las conversaciones de «tres sillas» se centran en la educaciĂłn superior y el trabajo. Para el capĂtulo acerca de la educaciĂłn, he entrevistado a profesores, directores y estudiantes de universidad. En este caso, el nĂșmero de personas a las que he entrevistado es difĂcil de sumar, porque me he basado en conversaciones que he mantenido a lo largo de dĂ©cadas de trabajo en una universidad.
Para mi capĂtulo sobre el trabajo, he hablado con toda una serie de profesionales, entre ellos abogados, doctores, arquitectos, consultores y miembros de la comunidad de servicios financieros. En una empresa de desarrollo de software, a la que yo me referirĂ© como HeartTech, una agencia de diseño, a la que me referirĂ© como Stoddard, y una consultorĂa, a la que me referirĂ© como ReadyLearn, tuve la oportunidad de dirigir grupos focales asĂ como realizar entrevistas individuales a una amplia variedad de trabajadores, desde ingenieros y programadores a directores financieros, arquitectos y auxiliares administrativos. Para el capĂtulo dedicado al trabajo, he hablado con un total de doscientos dos individuos.
Cuando hablo de las conversaciones en la plaza pĂșblica, hago especial Ă©nfasis en la sensibilidad polĂtica emergente de aquellos que han crecido con telĂ©fonos mĂłviles inteligentes, y acudo a los resultados obtenidos entre adolescentes y jĂłvenes adultos.
16. Durante las Ășltimas tres dĂ©cadas, me he dedicado al estudio de las conversaciones que mantenemos con mĂĄquinas inteligentes. Cientos de sujetos, niños y adultos, han participado en este proyecto. Para revisar mis estudios anteriores, vĂ©ase Alone Together: Why We Expect More from Technology and Less from Each Other (Nueva York: Basic Books, 2011).
La huida de la conversaciĂłn
1. Escuela de Derecho y Diplomacia Fletcher, «Eric Schmidt and Jared Cohen on âThe New Digital Ageâ», 26 de febrero de 2014, vĂdeo de YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=NYGzB7uveh0.
2. The Colbert Report, 17 de enero de 2011.
3. Andrew Przybyliski y Netta Weinstein, «Can You Connect with Me Now? How the Presence of Mobile Communication Technology Influences Face-to-Face Conversation Quality», Journal of Social and...